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En 2011 España fue el quinto país que más fondos aportó al presupuesto europeo (11.046,3 millones de euros) y el segundo que más dinero recibió (13.599,0 millones). El saldo positivo entre lo que paga y lo que ingresa -algo que se ha mantenido así desde que España entró en la UE- le convierte en un receptor neto de fondos europeos.
Esta ventajosa posición de España está a punto de acabar. Para el próximo marco financiero plurianual que se está negociando (2014-2020) España pasará a ser contribuyente neto. Es decir, aportará más dinero del que después recibirá. ¿A qué se debe esto? Una de las principales partidas que destina anualmente la Unión Europea es al capítulo de cohesión, con el que se pretende lograr una convergencia económica entre todos los estados miembros.
La prosperidad económica de España en la última década ha permitido que su nivel de renta per cápita se vaya acercando a la media europea y por tanto cada vez hay menos comunidades autónomas que reciben estos fondos (o lo hace en menor cantidad). Hay un segundo factor que influye en este cambio de posición de España: la adhesión de países del este en los últimos años ha bajado la medida económica de toda la UE y ha desviado gran parte de los fondos de cohesión a estos socios. Polonia es un buen ejemplo.
La principal aportación que hace España a la UE es la que corresponde a la renta per cápita del país. Seguido de las contribuciones del IVA (el cálculo puede verse aquí) y del 75% de los aranceles impuestos por la UE y que recauda cada país. España también hace contribuciones al presupuesto comunitario para pagar la compensación a Reino Unido (el llamado cheque británico), a Suecia y Holanda, así como a Dinamarca, Irlanda y Reino Unido, que no participan en todas las actuaciones de la UE en materia de política interior.
En lo que respecta a los fondos que recibe España, la partida más importante procede del capítulo de Recursos Naturales y Medio Ambiente, donde se encuadra la Política Agraria Común (PAC) y, en concreto, el denominado ‘Pilar 1’ o ayudas directas para agricultores y ganaderos. España es el segundo país que más dinero recibe de la PAC, sólo superado por Francia.
Otra partida europea que destina muchos fondos a España es la de cohesión. Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia son las comunidades autónomas que más dinero han recibido, ya que hasta ahora se encuadraban dentro de las regiones «menos desarrolladas», con un PIB per cápita inferior al 75% de la media europea. A partir del próximo marco financiero plurianual sólo Extremadura continuará en este grupo, mientras que el resto de regiones pasarán a ser «regiones en transición» y por tanto recibirán menos fondos. Las islas Canarias y Baleares, Ceuta y Melilla también tienen una asignación especial. Además, todas las comunidades autónomas también reciben fondos europeos para financiar infraestructuras (Feder) y políticas de empleo. En 2011 España fue el segundo país que más fondos de cohesión recibió.
En el resto de capítulos -Inversión y Crecimiento, Ciudadanía, Seguridad y Justicia, Política Exterior y Administración- España está a mitad de la tabla en comparación con otros países, o incluso por debajo. Por ejemplo, los países europeos con una industria muy competitiva (Alemania, Reino Unido o Bélgica) son algunos de los que más fondos reciben para innovación y desarrollo de la industria. Los países recién incorporados a la UE -Rumania y Bulgaria, principalmente- acaparan casi todo el dinero de Política Exterior. En Administración casi todos los fondos van a Bélgica y Luxemburgo, que es donde radican la mayor parte de instituciones europeas.